Bienvenidos

Espero que les gusten las historias. Dejen su marca una vez leidas.

sábado, febrero 07, 2009

Capítulo 1: Encuentros.

En el anden, esperando el bus para viajar de extra en uno de los cortos de algún conocido ya se hartaba de estar pensando siempre en cosas de su pasado. Tal vez cosas que recordaba y que quería que volvieran a pasar. En esos momentos anunciaban por altoparlante: “La empresa X anuncia que se retrasa la salida del bus X a la cuidad X”. Su humor se volvió un poco más agresivo al pensar que había corrido por estar a la hora en aquel lugar para que simplemente le dijeran: “Lo sentimos, el bus viene con retraso”. Más allá de pensar en lo malo, creyó que las cosas eran por alguna extraña razón. Sacó un cigarrillo y lo encendió. Sentía como la nicotina hacía algún efecto relajante en sus pensamientos. Antes de terminar la última bocanada se le acerca uno de sus pares, le pide fuego para encender su propio cigarro. Le pasa el encendedor y lo queda mirando por algunos segundos. El otro le pregunta mientas enciende el cigarro:

-¿Hacia dónde vas?
-Hacia X ciudad – le responde – ¿y tú?
-Yo igual, pero me dijeron que el bus viene atrasado – devolviéndole el encendedor.

El silencio pasó por unos segundos. No saben que más decir. De pronto se anuncia por altoparlante: Los pasajeros con destino a la ciudad X con horario X abordar por andén número 4. Ambos se dirigen hacia ese lugar. Luego de dejar el equipaje sube al bus – Su asiento es hacia la ventana – se sienta y se acomoda. Al instante sube quién le había pedido fuego, lo queda mirando fijamente y ve como se acerca a su lado. Se sienta a su costado. No lo puede creer. El corazón se acelera de forma imprevista. “Oh, nos volvemos a encontrar” y se sienta. La tensión está al por mayor. No le queda otra que sonreír. El silencio de sus voces nuevamente invade el lugar. Pasa el auxiliar pidiendo los boletos para luego colocar una de las típicas películas piratas. De repente uno cierta:

-Hola – dice con una sonrisa.
-Hola – responden con una voz temblorosa.
-¿Cómo te llamas?
-Andrés, ¿Y tú?
- Yo me llamo Gustavo, así que vas a la ciudad X ¿Y qué vas a hacer por allá?
- A trabajar en un cortometraje ¿y tú?
-No lo creo, yo también, ¿no me digas que es de Fabián?
-La verdad no lo sé muy bien, me llamaron avisándome que me tenía que presentar a las grabaciones y eso fue todo.
- Bueno, eso le dice a todos, inclusive a mí, siendo que me conoce hace algún tiempo, ¿y dónde te quedarás?
-La verdad no lo sé muy bien, tengo algunos conocidos, pero no es nada seguro. Donde me llamaron temprano no me dejó tiempo para preguntar si me podían recibir.
-Entiendo, yo me voy a la segura y me quedaré en la hostal Casa Blanca, queda cerca de dónde tendrán las grabaciones y lo mejor es que igual queda cerca del Terminal de buses.
-¿Y es muy cara?
-Para nada, por lo mismo me quedaré ahí.

El viaje sigue su curso. Andrés se queda dormido por tanto ajetreo, en tanto Gustavo lee un libro mientras escucha música. El tiempo pasa rápido y se da cuenta que ya está en la ciudad X. Es uno de los primeros en bajar del bus, retira sus cosas y se pone a esperar, no sabe bien qué cosa, pero lo hace. En tanto Andrés es despertado por el auxiliar, se da cuenta que ha llegado a su destino, rápidamente baja y solicita sus prendas. Sigue desorientado y no sabe bien qué hacer. Sus amigos no lo pueden recibir en sus hogares, por lo que no le queda otra que entrar en un poco de desesperación. Hasta que recuerda el nombre de la hostal que le dijo Gustavo. Toma un taxi y se dirige hacia aquel lugar. Pide una habitación, lamentablemente no quedan habitaciones individuales con baño propio, solo queda una habitación matrimonial con baño. No está dispuesto a pagar tanto por una pieza, así que sale de la hostal pensando ¿Qué diablos voy a hacer? Mientras camina algunos pasos, hasta que una voz menciona su nombre, al darse vuelta mira con cara extraña, ahí nadie lo conoce. Es su compañero de viaje. ¿Qué te pasó? Le pregunta, y le responde con toda confianza. Le explica que no sabe que hacer ya que su presupuesto es bajo. Gustavo lo queda mirando fijamente y le propone una cosa: podríamos ver la pieza y pagarla a medias, total y no tengo problema en dormir en el suelo, aparte a la larga sale más económico, aparte a esta hora ya no creo que quede algo disponible y menos en esta fecha. Para Andrés no queda otra solución que aceptar la petición.