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Espero que les gusten las historias. Dejen su marca una vez leidas.

lunes, julio 03, 2006

Historia 1: Hospitales En Transito.

–Ya ha pasado bastante tiempo, creo que es hora de conversar ciertos temas.
– ¿A que te refiere, me lo podrías explicar?
– Por favor, no nos veamos la suerte entre gitanos, sabes muy bien a lo que me refiero
–Si es acerca de los problemas de la universidad pierde cuidado. . .
–No me refiero a esos problemas, me refiero a los problemas que tienes con tu familia, creo que estoy en el derecho a saber que ha sucedido todo este tiempo con ellos, ¿no crees?
–La verdad no creo que te interese mucho ya que son problemas de familia. Además tú me has dicho que no quieres saber nada de ellos, por lo tanto encuentro irrelevante esa pregunta.
–De todas maneras no me estoy involucrando con ellos solo te estoy preguntando si solucionaste el problema.

En ese momento llamaron a mi celular. Mi cara de espanto era terrible, todos mis temores se habían vuelto realidad.

– ¿Qué te pasa? ¿Qué pasa? ¿Por qué tienes esa cara?
–. . .
–Apuesto que era tú ex. ¿Qué quería? Apuesto que dinero, si lo único que sabe hacer.
–Haber, para un momento, si le doy dinero o no le doy es cosa mía, eso que te que de claro, ¿me entendiste?
No pude seguir hablando en esa habitación, su presencia me molestaba, pero lo que más me molestaba es que tenia razón, pero esta ves era distinto. Quien me llamo no era precisamente mi ex, si no su madre. Llamaba para pedirme dinero – antes de lo habitual para esas fechas – pero esta ves no era para comprar alimentos, si no que para pagar la estadía en el hospital. No lo podía creer, hace uno o dos días atrás estaba bien. Le pedí de inmediato que me diera la dirección del hospital en el cual estaba internado, no dije más y partí rumbo a esa dirección, me parecía conocida.

Los tacos del transito ya eran insoportables – la lluvia seguía cayendo sin parar – después de 20 minutos esperando avanzar unos cuantos metros logre recordar donde quedaba ese hospital. Pasaron mas menos 45 minutos más y logre llegar, en la puerta estaba mi suegra, el maquillaje corrido, los ojos rojos tanto llorar. Un pañuelo con manchas de sangre y unos gritos que estremecían hasta el más cruel de los asesinos, la verdad no sabia que estaba pasando, ella solo me miro y me pidió que pasara. En ese momento la enfermera me conduce por un pasillo. Antes de entrar a la habitación me pide que me calme, que no haga ninguna tontera – al parecer se acordaba de mí – ya que aún se encontraba agitado.

Las pareces blancas con manchas de sangre y evidentes signos de golpes – al parecer con una silla – hicieron que mi corazón latiera más rápido aun. Detrás de una pequeña cortina estaba ahí echada en la cama semidesnuda tapada solo con una sabana. La de ese cuerpo tan desvalido, con los ojos idos llorosos y unas ojeras negras que parecían llegarle a los labios. Estaba bajo los efectos de sedantes sus gritos cada ves se hacían más débiles. No dije nada, solo me senté a esperar que los fármacos disminuyeran sus efectos, creo que pasaron más de 6 horas mirando el cuerpo, sin hacer nada más que esperar.
En algún momento sonó mi celular, no conteste ninguna llamada, los mensajes que mandaban no los leí hasta mi retirada del hospital. Pasaron unos minutos antes que golpearan la puerta y escucho mi nombre, una voz muy suave y dulce, era el cuerpo que estaba volviendo a la vida, me pedía que no me fuera, a lo que accedí. Golpearon la puerta: las visitas ya se deben retirar. No hice más solo esperar que cerraran esa puerta para poder despedirme. “Adiós mi amor” en esos momentos ya no quería mas sólo esperar a que se recuperara pronto, Salí del hospital y mi suegra me esperaba, me pidió que la sacara de ahí, ella no quería ir a su casa ya que el desastre que quedó después de la descompensación era inmenso. La lleve a mi departamento el cual por cierto estaba hecho un infierno.
Al día siguiente cuando desperté ya todo estaba en su lugar ella se había encargado de ordenar todo, me dirigí a la pieza de invitados donde había dormido, sólo dejo una nota, dando las gracias por haberle acompañado en ese momento difícil. Llamé a mi trabajo para avisar que depositaran el dinero para cancelar la cuenta del hospital y todos los gastos que este mencionara. Me siento a revisar mi correo en el PC. Habían muchos, pero solo abrí uno en el cual me mencionabas que ya no podías más con esto, que no soportabas el verme tan preocupado por mi ex y que te ibas al sur del país, que no te llamara más por un buen tiempo.

Ya han pasado unos 6 meses desde aquella vez, espero que esta vez leas este blog y me respondas aunque sea uno de mis correos, aún no pierdo la esperanza de despedirme de ti ya que estas letras electrónicas al parecer ya no significan nada para nadie, ya que nunca han sido leídas.

2 comentarios:

SaRuMaN dijo...

Tu relato.. es una historia? o un simple cuento?... a mi manera de ver, tiene mucho de ti, y rasgos de historias pasadas... hay muxo de ficcion, pero hay realidad suficiente como para estremecerme...

Bexoh deh coloreh pa uteh mi ninio!

^_-

Anónimo dijo...

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