Bienvenidos

Espero que les gusten las historias. Dejen su marca una vez leidas.

jueves, diciembre 18, 2008

Historia 20: Podría Ser Brillante.

Estoy cubierto por espinas. Todas aquellas rosas que te di y que guardaste clavan sus espinas en mi cuello y espalda. Trato de moverme, pero siento como corren algunas gotas de sangre. Sigo en mi maldito intento de liberarme. Las rosas están secas, pero siguen muy rígidas. Trato de romperlas, pero el daño en mis dedos y manos es cada vez peor. Como agujas se lanzan contra la piel desvalida he hipersensible por las quemaduras que ha sufrido mi ser. No era de esperar esta reacción. Nunca me lo imaginé y aún no lo puedo creer. No creo lo que me está diciendo.

El olor a flores frescas era agradable, pero más lo era el perfume de su ser, ese que me puso estúpido y por el cuál caí a sus pies. En increíble lo que hice. Ni yo mismo lo puedo creer. Di más de lo que pude dar. Busque los faros en medio de la noche en ese océano incontrolable. Tú luz me guiaba en medio de la nada. Hasta que el faro dejó de alumbrar. He caído en la oscuridad y será imposible volver a encontrar la brújula de la vida.

Hoy sales una vez más de mi vida y solo puedo pensar: mi ángel guiará en mí caminar por todos los amores de esta soledad. Despierta, ya estás sólo, ese ángel se ha ido tentado por la libertad que tú mismo te encargaste de forjar, ya no hay dioses ni demonios. Solo tú libertad. Pero no me quiero marchar así como así, no por mi voluntad. Quero que me lo digas. Quiero que tengas la suficiente confianza para dejarme ir. Bastante tímida fue la voz que ha dejado escapar las palabras. No me convences, te estás desvaneciendo justo frente a mis ojos.

No es el tiempo a considerar. Ya no es necesario caminar para darnos cuenta de lo que ha pasado. Pero duele saber que hay autonomía, de que al fin te perderé. ¡Ya NO quiero eso, Te Quiero aquí y ahora Junto a mi! por favor desafía al resto y limpia la sangre que ha corrido por aquellas espinas que he clavado en mi cuello. Lava las heridas y la sangre que ha corrido. Que la rosa vuelva a florecer, que vuelva a ser primavera junto a ti. Mi vida ya tiene demasiados inviernos y eres la única persona que no ha dejado que los pétalos de mi jardín de flores caigan al suelo por los otoños que anteceden a mis inviernos de nuca acabar. Vamos, yo sé que puedes una vez más, las raíces siguen un poco húmedas, vuelve a regarlas, pero también sé que ya hay un nuevo jardín en tu vida, que está fértil y que no gastarás tu valioso tiempo en sacar la maleza del mío.

jueves, diciembre 11, 2008

Vida 12: Bomba Humana.

Nuestra vida siempre se ha visto entrelazada por triángulos amorosos. Desde el momento que nacemos, hasta que morimos. Pero por favor no tomen este enunciado como un acto carnal. Por el contrario, como un acto de cariño puro. Así es, desde que hacemos: se supone que somos creado por 2 personas y de las cual sale uno. Madre, padre y tú. Ya va un triángulo. Nace tu hermano/a y se forma otro más: tu hermano/a, tu madre y tú. O cuando estas en el colegio: el mejor amigo, la mejor amiga y tú. Cuando alguno de ellos comienza alguna relación y se produce ese celo de tu amigo o amiga, su novio/a y tú. O tu actual pareja y uno de tus padres, en fin. Siempre habrá algún triángulo. Pero, ¿Qué sucede cuando ya comienzas a mezclar ese raro sentimiento? Si me refiero a algo más que cariño. Cuándo ya es algo más... carnal. Comienzan los caldos de cabeza y la masturbación mental al creer que si lo haces estás mal. Y de hecho lo está. Cuando estás comprometido y comienzas a mirar al lado. O comienzan a mirar mucho a tu pareja. Te olvidas de triángulos y mandas todo y a todos a la mierda. Se te mete un bicho en los sesos que no te deja seguir con tu vida habitual hasta que la terminas de cagar. Y como guinda de la torta te dan alguna mala noticia o algo medio esotérico hueviado te termina de matar lo que queda del año. Después de la tormenta viene la calma, mierda, eso para mi sólo fue un pequeño temporal, por que lo que sucederá después... siempre puede ser peor, o como dicen “Te está lloviendo sobre mojado” si es por eso yo ya estoy inundado, con el agua hasta los cocos y las bolas en la garganta por tanto frío que produce la situación.

“Calma, calma, todo va a estar mejor”. “Solo necesitan tiempo” “¿Y tú, cómo estás?” “Pero todo tiene solución” Los típicos clichés. Dan rabia, pero hasta yo mismo los he dicho en alguna ocasión. Uno nuca cree que le puede pasar a uno, pero cuando pasa, por lo menos en mi caso, me da lata escuchar siempre lo mismo. Ya he pasado por esto y sé muy bien lo que viene. Pero, para generar cambios, primero se deben conocer los problemas. El problema es que no se conoce el problema, entonces ¿Qué cambios se puede hacer? Si no sabes quién está mal, ¿qué más esperar?

Los demás, tú y yo, la mezcla perfecta para crear a un kamikaze, más si le agregas el orgullo y la distancia. Como resultado una bomba humana que explota por lo más mínimo. Todos tenemos un límite y por fortuna no has conocido el mío. ¿Serías capaz de matar por alguien o algo que quieres? Ya lo he hecho y lo volvería hacer. Hablo en serio y sabes muy bien que es verdad. Llámame loco, chiflado o enfermo del mote, pero así me conociste. Sin pelos en la lengua, carreteando. En una mano el vodka, en la otra un pito. En los bolsillos coca y un par de condones. Que linda la primera impresión jajaja. Poco a poco uno va conociendo a las personas, capa por capa van saliendo las distintas manías y sentimientos, hasta que desgarras aquella capa de sensibilidad. Te gusta, es dulce como un chocolate, cariñosa como una abuela y sensible como una rosa. La degustas y quieres un copo más y más. Una exquisita droga que no quieres que acabe jamás. Hasta que esa capa se acaba. Masticas el centro y te das cuenta que lo dulce se convirtió en amargo, lo cariñoso en despreciable y duro como una roca. Todas las drogas terminan por acabar, revolviéndote el estómago y causándote las nauseas que nunca quisiste sentir. Un dolor de cabeza que tardará varios meses en desaparecer. Si tan solo hubiese sabido controlarte y moderarte esto no hubiese pasado, no hubieses conocido el centro de aquel caramelo agridulce. Y si yo no hubiese dejado que lo conocieras no estaríamos en esta situación tan tensa que ya ha acabado. El triangulo ha perdido su forma y a lo mejor cuando el dolor de cabeza se deje de sentir buscarás nuevamente esta droga. Espero que sepas controlarte tal como lo he hecho en todo este tiempo.

Cuando te hablas a ti mismo y no hay nadie en casa, te puedes engañarte a tú mismo. Date cuenta, viniste a este mundo solo... Solo. Estoy viejo de corazón, pero solo tengo 24 años y estoy demasiado joven para dejar al amor romper mi corazón. Pero se está haciendo demasiado tarde. Necesito de ti como elixir de la vida.

martes, noviembre 25, 2008

Hay gente que nunca aprende.

Es bastante complicado definir la palabra amistad, según algunos es “La persona que esta siempre a tu lado cuando más la necesitas” o se suele relacionar con ese cliché “Los amigos están en las buenas y en las malas” o “En las malas se ven a los verdaderos amigos” pero que sucede cuando esa amistad es de un hombre y una mujer ¿Acaso existe la amistad entre personas de distinto sexo? Esa es la pregunta que muchos se debieron realizar cuando estaban en la media o ya bastante grandecitos, cuando se dan cuenta que algo extraño está pasando con esa otra persona que “Siempre está cuándo uno más lo necesita. Para mí son puras ¡Patrañas! la amistad es una relación de interés mutuo por la persona, pero no necesariamente cuando la otra parte lo necesita más, por el contrario no está ahí cuando llega la tormenta, si no cuando ya pasó la calma y viene nuevamente la tempestad. No es quien te apapacha cuando te mandaste un condoro, por el contrario, es el que te escucha y después te agarra a chuchada limpia por haberlo hecho. Y termina diciendo: “Te lo dije” jajaja.

Enciendo un cigarro. Me pongo a pensar en la amistad entre un hombre y una mujer, pero en la época escolar, cuando deseas estar todo el día con la otra parte, pero no das el gran paso por miedo a “arruinar esa linda amistad” siendo que ambos están babosos por darse un beso y declararse su amor eterno. Pasan los años hasta que sales de la media y te das cuenta que eres libre, conoces a mas personas y nuevamente te preguntas ¿Porqué nunca atiné? Te das cuenta que eras bastante celoso y que te daba rabia que te contara que estaba pololeando, que habían salido juntos, o te cuentan si le puedes guardar los condones por la sencilla razón que si la pillan en la casa la pueden retar. Y... ahí está uno, como el hueón. Tapando todo, encubriendo lo que realiza. Pero eres orgulloso o más bien dicho miedoso te quedas callado y no dices nada, pero por dentro los celos te comen las entrañas y te haces mierda los sesos pensando en que se dará cuenta de que tú eres su príncipe azul. Conoces a toda su familia, todas las cosas que hace, que le gustan, es más, conoces hasta los calzones que usa cuando no tiene más ropa limpia que usar.

Pasan los años, esa amistad ya la dabas por perdida por una simple discusión (que se hizo el fin del mundo cuando la tuvieron) hasta que por fortuna te la vuelves a topar. Comienzan a hablar nuevamente se cuentan todo lo que ha ocurrido después de años de silencio. Ninguno de los 2 ha cambiado su esencia, pero siempre quedan algunos cabos sueltos por ahí: los dramas amorosos y las discusiones con los viejos. Pero son detalles. Somos amigos igual. Como en la media, bueno no tanto, la calentura ya se pasó y ese tema se discutió y cerró hace rato. Pero hay algo malo, aún no aprendes algunas cosas en las cuales “Te he dicho o te lo dije” jajaja.

Bastante paternalista contigo, pero es mi esencia mi pequeña dama. Eres la que nunca aprende y por lo mismo te seguiré escuchando y retando.

domingo, noviembre 23, 2008

Vida 11: Porcelana

Luego de ver el Track de una nueva película Chilena, en donde trabaja el Benjamín Vicuña, me he dado cuenta que todos tenemos algún conocido homosexual. Pero que pasa cuándo te das cuenta de que ese “amigo” tiene todo un mundo ficticio guardado en su mente. Que prácticamente para él tú eres su pareja, y lo peor de todo cuando te comienza a exigir mas cosas de las que puedes dar, aparte de la amistad. Se pone celoso de lo que haces con tus otras amistades, te controla la entrada y salida, pregunta con quien andarás y lo que es peor de todo exige que pases mucho más tiempo con él. Uno a veces está dispuesto a hacer algunas cosas, pero ¡por favor! No dejen que les pida tanto.

Son unas de las mejores personas en las que puedes confiar, eso mas que claro está, te dice que hacer, o que ropa ponerte, pero cuando se mete al probador para ver como te quedan los pantalones que te eligió (por que los que a ti te gustaban, realmente eran un asco) eso ya da más a pensar. A veces me he dado cuenta de que son como unos niños chicos que desean satisfacer sus necesidades y solo desean que los mimen. Está bien hacerlo un rato, pero por favor no se suban por el chorro.

Una vez me contó que le gustaba hacer cosas en la cama. Con lo morboso que soy lo escuché simplemente para después agarrarlo para el reveo. En cambio yo prefiero omitir los detalles diciendo: esas cosas son de 2. A lo que me responden muy suspicazmente: “Ya pu, si somos solo los 2 quienes estamos hablando” me sonrojo y prefiero cambiar el tema. En esa ocasión llegaron unos amigos en común que tenemos. Unos son gays, lesbianas, otros heteros y unos que aun no salen del closet, pero se les nota a la legua que les gustan los brillitos y otras raras. Es solo cosa de saber el estilo de música que escuchan: Madonna, Kylie Minogue, Sophie Ellis Bextor, Björk, Spice Girl, Goldfrapp entre otras tantas “Divas del POP” reconozco que algunas canciones son buenas, pero es por el hecho de que mi compadre las escucha todos los días.

El último verano me pidió que lo acompañara a su casa en la playa, ya que sus viejos iban de vacaciones a Brasil. No lo llevaron por que se echó un ramo en la U. acepté con gusto, es bueno probar otros aires u ni cagando me iba a quedar todo el verano en mi casa cuidando a los hijos de la nana (le dieron autorización para que los llevara ya que hay una piscina en el condominio) en pocas palabras me fui a meter a la casa de un cola que me tiene ganas XD pero no lo tomen así, el colifleto como le digo de cariño lo conozco desde que tengo uso de razón, siempre supe que lo era, incluso lo defendía de los compañeros que lo molestaban en la media (Cuando se enteró que iba a postular a una universidad le dio depresión) constantemente lo iba a visitar los fines de semana. A escucharlo hablar de sus rollos amorosos por Chat… es que esta “persona” aquí y esta “persona” allá, hasta que un día le dije: supongo que esa “persona” tiene nombre, lo más probable es que sea de un hueón. Mientras te respete no hay problemas, pero por favor, después no estés llorando como una nenita, aparte que se te corre el maquillaje. Jajaja nos echamos a reír por bastante rato. Después me contó o más bien dicho me confirmó.
En el verano nos embriagamos hasta no poder más. Luego aparecieron los amigos que mencioné mas arriba, una de las minas heteros se lo quiso comer, y el muy tonto quería tratar, aunque le daba cosa. No me quise meter en huevadas así que lo dejé. Al despertar al otro día, no me dirigió la palabra, no entendí el porqué, hasta que le pregunté a la mina antes de irse con los demás. Me dijo que no había pasado nada y que estaba sentido conmigo por que no lo rescaté. Despedí a los invitados ya que la princesita estaba tendida en su pieza. Ordené la cagadita que había quedado y junté los conchos de copete que estaban, subí a la pieza con un jarrón y hielo. Golpeé la puerta y entré haciéndome el loco, como si nada hubiera pasado. Lo obligué a tomar un “copetito” para reponer la caña (eran como las 3PM) y se nos calentó el hocico mierda. Salimos a comprar más a un almacén que queda a unas cuantas cuadras, mientras él compraba el copete, yo me encargué de comprar hierba para amenizar la cosa. Ya de noche medios copeteados sin nada de comida en el estómago y bebiendo parte de lo que compramos llegamos a la casa. Nos tiramos en el pasto y armé el pito: le ofrecí, no quiso, por lo que comencé yo, le decía: esto está muy bueno, prueba, hasta que accedió ya volados los 2 y riéndonos de puras huevadas le expliqué: que yo no siempre iba a poder defenderlo de sus actos y acciones. Me respondió que tenía razón, pero que la noche anterior me odió más. Simplemente por que él quería estar solamente conmigo. Quedé para la caga, seguí bebiendo y fumando. Me llevó como bolsa para muertos a mi pieza. Al despertar en mitad de la noche estaba acostado al lado mió. Me puse de pie y tropecé con un balde lleno de vomito (seguramente el mío) él no se despertó me fui al baño a eliminar esa huevada de balde y al volver a la pieza seguía en la misma posición. Lo único que atiné a hacer fue taparlo y apagar la luz. Me fui al patio un rato y me puse a pensar ¿podría existir el amor entre 2 amigos del mismo sexo? A lo mejor la palabra amor no es la mas adecuada, pero a lo mejor si el cariño y una preocupación por alguien que podría ser hasta tu hermano y a veces tú padre. Te conocen tan bien que no sabes que hacer y te das cuanta nuevamente de que eres un predecible y que cada ves que tú estabas mal ese amigo estaba para apoyarte.

domingo, noviembre 16, 2008

Vida 10: El acusado se declara... Culpable.

Al ritmo, más bien dicho a la letra de cierta canción (que dije alguna vez que era mí) me dan ganas de escribir. Lo malo es que siempre lo hago bajo la influencia de la depresión, la canabis o el alcohol. Esta vez es la última.

Hace bastante tiempo que no nos hablamos y vemos, solo por una estupidez mía. Lo reconozco, pero ya he dado bastantes indicios que deseo hacerlo, solo que en ésta oportunidad he tratado de pagar con la misma moneda, y me ha resultado bastante caro. La moneda a pagar es el orgullo, pero ya no doy más, debo descargarme de alguna forma. No me queda otra que hacerlo como lo normal... escribir. Según lo que he visto también me quieres hablar, pero tú orgullo no te ha dejado, pero duele saber que mandas indirectas bastante directas. Me refiero a los videos que haz agregado a tu lista de reproducción de videos.

Los demás hace un rato me han preguntado si me siento feliz... la respuesta en ese momento fue: “En estos momentos estoy feliz” pero en éstos momentos estoy sólo, ya se han ido y sigo sólo como hace más o menos un mes. Lo único que me acompaña es un copete y un par de cigarros que he sacado de las cajetillas que han traído.

Sabes bastante bien que degusta dormir sólo, pero a la vez contigo. Aunque en el momento estemos enojados me gusta sentir que hay alguien cuidándome. Sabes bastante bien que me gusta y sería fuerte por ti, pero si no estás... ¿Cómo lo puedo hacer? Ni yo lo sé. Son más de 1000 días a tú lado y no puedo dejar de pensar en ti. Por más que trato no puedo, más sabiendo que fui yo quién la cagó.

“Son detalles y parte de la relación” me dicen algunas personas, pero aún así soy débil sabiendo que puedes encontrar a alguien más. Ya lo dije hace unas líneas atrás, tú lista de reproducción da bastante a pensar. Soy pasado a rollos, eso claro está. Pero que más puedo hace o decir si ya has traicionado mi confianza. Por otro lado no soy quién para juzgarte, naciste libre y lo seguirás siendo. Nunca he forzado a nadie. Y nunca lo haré, y mucho menos a ti, eso que te quede claro.

Pido la opinión de los demás y me dan a entender que realmente la cagué, lo siento, ¡no sé que más decir! Envidia siento porque haya pasado esta situación. Visitas a tus amigos. Pero por favor entiéndeme, esto no es fácil.

domingo, octubre 12, 2008

Vida 9: Esa Extraña Sensación.

La sensación es bastante extraña, encontrarse con gente que uno cree que ha olvidado. Más aún cuando esa gente, o mejor dicho esa persona ocupó un lugar en tu corazón.

Según lo que he aprendido, son varios factores que se conjugan para producir esa extraña sensación: clima, canciones, alimentos, olores, carretes, acciones, conversaciones y momentos. En esta tarde nublada me dio por escuchar un disco, mientras lo hacia me recordé de la persona en cuestión. Recordé todo lo que pasamos juntos, lo bueno, lo malo y lo feo. Se rescata lo bueno y doy gracias al poder hacerlo. Pero uno no queda conforme hasta saber más ¿Qué será de su vida, qué estará haciendo, se acordará de mi, qué impresión tiene de mí, si nos volviéramos a encontrar solos los 2 de qué hablaríamos, podríamos pasar de nuevo por lo mismo, haría el intento, haría yo el intento? Tantas preguntas sin respuestas. Nos invade la curiosidad y nos hacemos un caldo de cabeza al tratar de saber las respuestas, pero al momento en que te encuentras en a calle, cara a cara no te das el valor para hacer tantas preguntas y te conformas tan solo con:

-Hola – dices con un tono bastante alegre, tratando de pasar por alto tu ansiedad.
-Hola – responden en el mismo tono.
-¿Cómo estás, qué es de tu vida? – lo dices y colocas una cara de desinteresado
-Si bien ¿y tú? – notas el nerviosismo.
-Si bien también – no quieres demostrar la debilidad que sientes ya que bajarías la guardia aunque estés todo destrozado.
-Qué bueno ¿A dónde vas? –y te vuelven a tirar la pelota
-A comprar ¿y tú? – esperas que te diga si te puede acompañar, pero sabes que no pasará.
-A mi casa, ya loquillo nos vemos después. Que estés bien. Adiós – responde rápido para no incomodar más
- OK, que estés bien, adiós – respondes tratando de no titubear.

Sigues caminando un poco más rápido, con el corazón agitado y la respiración a mil por hora, de repente mueves los ojos para saber si ha mirado hacia atrás... y no. No lo ha hecho llegas a la esquina a esperar la locomoción pero es ahí, justo en ese momento cuando paras el colectivo te das cuenta que se ha dado vuelta, que te está mirando. El colectivo parte lentamente y te quedas sentado mirando con los ojos a punto de estallar. Para más sorpresa tuya se despiden con una sonrisa y haciendo señas de despedidas con una mano. Al llegar a tu casa te das cuenta de que ese espacio que ocupó en tu corazón, ese espacio inertote, el cual habías olvidado hace mucho tiempo comienza a latir nuevamente y te produce esa extraña sensación: la ansiedad. Ahora vuelves a escuchar el tema de hace un rato para que vuelva a latir y el día de mañana no te acuerdes de lo que pasó hoy.

lunes, agosto 25, 2008

Vida 8: Contentísimo.

No sé que más hacer para detener el castigo que llevas dentro. Esas cosas que te agobian sólo por el hecho de vivir bajo el mandato matriarcal mártir de quién te parió. No sé que más hacer... te lo he dicho una y otra vez, pero no haces caso. Tal vez soy un libertino. La crianza es distinta, pero aún así. No lo soporto más. No soporto que te hagan daño. No te quiero ver más con las lágrimas en los ojos. Llorando como un bebé. No necesitas amarme para que te de cuenta de eso.
Que ganas de protegerte, pero lamentablemente no lo puedo hacer por tu miedo a dejar al resto mal. Es momento de pensar en ti. Este miedo nace una vez más insertado por el miedo tuyo en el aire. Oh dios como quisiera sacarte de ese lugar, sentir tú verdadero yo. Dejemos de leernos las cartas entre gitanos, por favor ya basta con eso. A veces me da la sensación de que estás viviendo lo que yo viví hace unos años atrás, pero esta vez falta un factor demasiado importante… me refiero al dinero. Ese vil factor que todos nos condiciona de cierta manera. Bueno si él no hacemos nada. ¡Ni si quiera cagar podemos! Sin el dinero. ¡Salud! Salud por ti, salud por mi, salud por todos nosotros.
Sé muy bien que volverás sin decirme nada a cambio, solo que las cosas “están bien” y yo lo creeré, haciendo caso omiso a too lo que pasó antes. El show debe continuar, sólo por el gusto de los más afortunados, aquellos que tienen el don de la palabra, por no decir los que tienen el “chalaco” suficiente. Pero ¿que mierda pasaría su la internaran? ¿Esa bomba estallaría? Creo que la puedo controlar... pero es difícil sabiendo que si me meto me agarraría más odio del que tiene... solo por robarle uno de sus más apreciados seres… o como ella lo ve, un simple juguete con el cual puede hacer y deshacer en sus fantasías infantiles no resueltas en su actual “Madurez Materna”.
¡Ya basta, No seguiré soportando esto, Una más y este caballero se transformará en quien deje la cagada en vuestras vidas!

martes, julio 22, 2008

Vida 7: “No lo lea, no le va a gustar”

Al despertar se dio cuenta que el sueño se haría realidad. Dentro de unas horas más se cumpliría todo lo que deseaba. Pero ¿a qué costo? Al poner los pies sobre la tierra y sentir el hielo entrando por sus poros logró reaccionar. En sus manos está el cambiar el final de su sueño.
Esperó bastante rato antes de darse el suficiente valor para salir de la habitación. Mientras miraba detenidamente un libro que quedó en el suelo la noche anterior. Es extraño, ya que no le gustaba leer, pero simplemente le atrajo por su portada: una luna con una sonrisa. En la primera página hay una advertencia para los adultos: “No lo lea, no le va a gustar” pero simplemente siguió adelante. Recordó cosas de su infancia al seguir hojeando el libro de la luna.
Después de volverlo a su lugar, encendió su PC para revisar las novedades, su estómago rugía anunciando el hambre (no comía hace mas de 12 horas). Finalmente optó por su propia dieta: un cigarrillo en ayunas. Se dio valor para ingresar las claves y acceder a la información. Nada especial, sólo anuncios publicitarios... ¡Por fortuna! El valor ya estaba armado, ahora es cuestión de salir de la habitación. Al abrir la puerta se encuentra con la sorpresa: ya hay gente despierta a esa hora de la mañana – “Buenos días” – le dicen, a lo que responde con un gesto. Al llegar a la cocina por busca de un bocado se da cuenta que ya no queda nada que le apetezca – “La misma mierda de siempre” – piensa. Se prepara un café para irse nuevamente a su habitación.
Nadie llama, nadie pregunta, nadie dice nada. Todos salieron y se ha quedado solo. Una vez más al sentir ese silencio coloca el volumen de su música al máximo. Canta la letra de algunas canciones, las que más le agradan. De repente aparece cierto tema que lo lanza directamente al pasado. Los recuerdos vuelven, se paraliza y las lágrimas afloran nuevamente, no se explica el por qué. No reacciona, no sabe si cambiar el tema o mantener su duelo. Busca en Internet la traducción del tema y se da cuenta que era algo muy parecido a lo que a él le pasó. Sigue insistiendo y busca el video. Le agrada y seca las lágrimas. Ese tesoro lo guardará por siempre en su corazón.
El sueño no cambiará. Después de aquel tema detonante decide seguir adelante, pero esta vez tomará las precauciones correspondientes. Disfrutará al máximo los momentos que están por ocurrir. Sale de su habitación. En el baño, se cepilla los dientes, se afeita y se ducha. Sale en busca de ropa limpia. La plancha y se viste. Toma el viejo perfume lo esparce por su rostro rasurado. Sale de su casa con rumbo al centro. Camina rápido para alcanzar a tomar el bus que lo llevará hacia el norte. Mientras espera la llegada compra unas papas fritas y una bebida. Ya en el bus mira por la ventana esperando que pase la hora para llegar a si destino. Al bajarse del bus sigue caminando apresuradamente, el horario ya acabará. Al cruzar la calle se da cuenta que olvidó su teléfono en casa. Le da lo mismo, sigue caminando. Al fin llega a la dirección. Después de los controles logra ingresar. Llaman por parlante. Una joven mujer se le acerca. Lo saluda y lo dirige a una sala ubicada varios metros más allá. Se sienta a espera. Después de unos instantes ve una pequeña silueta que se acerca corriendo. Él se arrodilla, no lo puede creer, las lágrimas surgen una vez más.
-Al fin te logro ver. Después de tanto tiempo te puedo ver otra vez – le dice en un tono de alegría – esto es para ti – y le entrega la bebida con las papas fritas.
-Muchas gracias... pero ¿por qué lloras papito? – responde una voz tímida.
-Por nada hijo, por nada. Es solo la alegría de verte.

martes, abril 29, 2008

Vida 6: Automatismo.

Como ya se sabe uno se termina haciendo una rutina. Salir de la casa. Caminar, esperar a que el semáforo cambie a verde. Seguir caminando y doblar en la esquina. Esperar nuevamente el semáforo. No alcancé a cruzar. Bajar por el paseo peatonal. No hay nadie en las calles, excepto las personas que al igual que yo van mirando al suelo para no pisar una plasta de perro y saltando en las veredas para no caer y doblarse un pie en uno de esos hoyos que hay. El maldito alcalde no hace nada por taparlos, porque según él: “Eso le corresponde al MOP”. Sigo caminando. Empieza a sonar un semáforo para indicar que se puede caminar. Llego a la esquina. Las micros pasan llenas. Por la cresta debería haberme levantado más temprano. Me subo a una, con suerte alcanzo a pagarle al chofer. Voy de pies esperando que avance unas cuadras más allá para que se bajen los pingüinos. Logro avanzar un poco para poder sentarme. Saco el libro que comencé a leer hace mil años. Logro leer un par de páginas. Lo guardo y presiono el timbre para poder bajar. Sigo caminando. Mientras camino rumbo a la universidad. Al llegar me percato que aún falta que lleguen algunos compañeros. El resto ya esta en el tercer piso esperando entrar a clases. Mientas lo hacen conversan y tiran la talla a cualquiera que pesquen de punto. Por suerte esta vez yo no soy el afortunado.
Termina la clase. Conversamos del trabajo que hay que hacer. Para variar nadie sabe nada. Me pongo los audífonos y le subo el volumen para no escuchar nada más que mi música. Veo como me miran y mueven la boca. Al parecer me están hablando. Al sacarme el audífono y responderles con un “¡¿Qué?!” me responden: “Vamos a ir a la biblioteca ¿Vas con nosotros?” no me queda de otra, seguirlos hasta ese lugar, que de silencioso no tiene nada. Sigo escuchando mi música. Por fortuna nadie me ha dicho nada, bueno nadie excepto del desafortunado que estuvo de turno en el primer bloque. Me toca el hombro y dice algo más o menos así:
-¿Qué te pasa? – me pregunta con una voz muy baja.
-Nada... ¿Por qué, acaso debería pasarme algo? – le respondo con el mismo tono de voz.
-No por nada. Es que te vi en la mañana y estabas con una cara de 2 metros, bueno más de la que tienes todos los días al despertar.
-Mmmm, puede ser, solo que esta huevada me tiene chato. Para más cacha ahora tengo que ir a hacer un trabajo.
-Pero si es muy fácil – claro como él es con la matea del curso lo único que hace es prestar la casa.
-Me puedes ayudar. Por favor mándamelo al correo para compararlo con el mío. Después arreglamos como será el pago. Un pito, una cerveza o un completo. Tú elijes.
- Podrían ser las 3.
Último bloque. Ya queda menos. Después de almorzar chatarra en la porquería de casino que hay en la universidad, que según ellos es un casino saludable (Yo diría que ni si quiera alcanza para un kiosco de básica) aparte de caro y desaseado vuelvo a caminar rumbo a casa. Me despido de mis compañeros. El chico de turno de la mañana me invita a jugar pool con el resto. Le agradezco, pero no ando de ánimo. Cruzo la calle, ahora las micros pasan vacías. Al sentarme en el último asiento miro por la ventana y veo como van caminando rumbo al centro. Por la cresta, al Mp4 se le murió la batería. Escucho la radio que lleva puesta el chofer. Es la Carnaval. Me apesta esa radio, es tan fome. No me queda otra que mirar a la gente que va sentada más adelante. Pasamos por el mercado. La gente sube al por mayor. Por fortuna queda poco para bajarme. Eso sí que tengo que presionar el botón para la bajada como 3 cuadras antes. De lo contrario pasaré de largo.
En el servicentro ya me ubican. No me saludan con el típico “Buenas Noches”, si no que con un “Hola, ¿Qué vas a llevar?”. Pago mis cigarrillos y sigo caminando. Paso a comprar al negocio de barrio un par de panes, un tomate y una gelatina. Pago y sigo caminando. Esta subida me esta haciendo mierda los pies. Debería cambiar las zapatillas. Miro hacia delante y veo el colegio. Me llama la atención. Las ventanas de las salas están a la altura del piso por donde paso. Otras veces, cuando paso caminando en la tarde logro ver a los cabros chicos haciendo sus tareas o arreglando sus bolsos. Esta vez escucho como la profesora les grita a sus alumnos para que se queden quietos. En la sala que esta un poco más allá y también a la altura del suelo escucho a otra profesora diciéndoles a los mini-pingüinos: “Repeat after me: Door” los cabros chicos repiten “Door”. Que gran deducción la mía: Están en clases de ingles, no deben estar más allá de tercero básico. En fin. Sigo caminando. Paro en el en el kiosco de la esquina a leer los titulares de los diarios. La línea editorial que tienen es bastante diferente. Uno prioriza en su portada: “La importancia de la comunicación de los hermanos gemelos”, mientras que el otro habla sobre “La torturo y la mató con un crochet” el resto de los diarios capitalinos me importa una mierda. Total a ellos les da lo mismo lo que pasa en las regiones. Abro la reja. Sigo caminando y entro a mi casa. Que mal. No hay nadie. Enciendo la TV. Están pasando la novela. Mientras pongo el hervidor y preparo el tomate. Me siento a comer. Suena el fono. Es mi hermana. Quiere saber cuando voy a ir a visitarla. La verdad que con sus cambios hormonales me da hasta miedo ir. Al colgar me doy cuenta que ya me he comido el pan y el tomate. No me queda otra que encender un cigarro. Al apagarlo me voy a la pieza. Aquí adentro todo es más seguro, por lo menos para mí. Entro a la net a revisar el correo. Me mandaron el trabajo, voy a tener que conseguirme una máquina para poder pagar lo que debo. Me tiro un rato en la cama. Al despertar nuevamente estoy tapado con una frazada. Veo a m alrededor y ya no hay luces encendidas. Coloco el despertador y buenas noches los pastores, otra vez.
¡Mierda! me quedé dormido. No fui a clases.

Vida 5: Quehaceres.

Sábado por la noche... solo en casa, después de lo de ayer es preferible eso. Bueno aparte no me queda dinero. No para gastarlo en carretes. Pero en fin. Ya son casi la 1 de la mañana y aún no puedo creer lo que me pasa. Digamos que ayer los celos me atacaron de nuevo. Soy un estúpido al no confiar. Por lo menos hoy en la mañana cuando desperté me sirvió para reflexionar acerca del tema. Mientras me daba vueltas en la cama antes de levantarme pensaba en todas las cosas que tenía que hacer. La primera fue: ¿Qué hora es... quedarán pasajes para Calama? Luego de quedar en blanco por unos 10 segundos, reaccioné. Cada vez que estoy hasta más arriba del cuello arranco de mis problemas. Busco evadir lo que pasa. La forma de hacerlo es recurriendo al calor del hogar. Hogar, dulce hogar. Llegar me reconforta, sentir que estoy en mi verdadero territorio me causa una sensación de paz que inunda mi cerebro. Volver a lo cotidiano de mi propia familia me agrada bastante. Pero finalmente determine: no escaparé de los problemas, no esta vez.
Luego de levantarme y darme cuenta que el resto de los personajes aún dormían, comencé con mis quehaceres. Una larga lista que me iba a tomar toda una tarde. Eliminar las lágrimas de la noche anterior, tratar de disimular las ojeras a causa de lo anterior. Posteriormente verme al espejo para darme cuenta lo que realmente estaba frente a mí. Es decir: yo mismo. Cada vez más calvo (Contra la naturaleza no se puede luchar) las ojeras eran realmente gigantes. Luego de cepillar mis dientes y sacar las lagañas me puse manos a la obra. Colocar el hervidor, servirme un té con galletas de soda y lavar los platos, todo eso bajo la agradable compañía del televisor. A pesar de tener cable, me quedo con los canales nacionales. En ese minuto daban las noticias. Hablaban acerca de la ministra de educación. Como ya todos saben la enjuiciaron por no se qué cosa (ni tampoco me incumbe mucho). Terminé de lavar la loza y seguí con los quehaceres domésticos. Secar lo lavado, tender la cama, pasar la aspiradora en todo el departamento, sacar el polvo de los muebles, limpiar la mesa de vidrio ya que estaban todas las huellas digitales de los demás. Hasta que me empoderé de la función que estaba haciendo. Unos guantes amarillos y a limpiar el baño se ha dicho. Media hora después, luego de haber sacado las manchas de sarro y eliminar la basura, el objetivo se había cumplido. Luego el próximo: Lavar la ropa de la semana. Bueno tampoco es mucho, solo una carga. Pero esa carga lavarla a mano... ¡ni cagando! Así que opte por mover los recursos que tengo, o como dice la jefa: Debes gestionar todo lo que vas a hacer. Y así lo hice. Ordené en un bolso lo que tenia sucio, pedí las llaves del auto y partí. Simplemente me dejé caer. En la casa de mi amiga había asado. Entré y aproveche de llevar unas cosas que le había pedido prestadas, pero para sorpresa ella simplemente no estaba. Obligado a hablar con la tía. Como era de suponerse no me puso reparos. Puse la ropa en la lavadora, pero para cagarla me di cuenta que no llevaba el detergente, así que fui al negocio de la esquina a comprar uno. Al preguntar por el precio casi me sacaron los 2 ojos de la cara. 500 pesos por una caja pequeña de detergente, siendo que en el supermercado eso mismo cuesta un kilo. Pero la necesidad es más grande, y aparte no me iba a pegar un pique a comprar al súper. Ya de vuelta en la casa puse a correr el programa de lavado. Luego de eso me instalé y apropié del computador. Luego de revisar el correo y las Web de siempre me dedique a charlar con quienes estaban el línea. Solo unos pocos se dieron cuenta de mi presencia y solo a esos contactos que me hablaron les respondí. Me da lo mismo el resto, total solo se preocupan de uno cuando necesitan alguna cosa.
Mientras charlaba con los contactos la tía me ofreció un pedazo de carne asada y como a caballo regalado no se le mira el diente, la acepte encantado. Al masticarla me di cuenta que estaba deliciosa. Hacía más de 2 semanas que no comía carne (excepto en hamburguesas, vienesas y paté) mi cerebro se excitó demasiado. Era como haber tomado un café bien cargado y con mucha azúcar. Pero por otro lado estaba mi estómago, que después de no haber procesado ese tipo de carnes por mucho tiempo, me paso la cuenta. Los retorcijones me hacían pensar que iba a vomitar ahí mismo. Lamentablemente mi estómago se las tuvo que aguantar. Estaba tan muerto de hambre que mi cerebro mandó la señal: si no procesas te mueres. Y así fue. Después de darme cuenta que la lavadora había terminado su programa hace más de 30 minutos me desconecté de Internet tome el bolso y partí nuevamente a la lavandería. Saqué la ropa y me despedí de la tía. Ya en el auto camino al departamento me preguntaba que haría hoy en la noche. Pasé a comprar cigarrillos y una empanada. Al llega me di cuenta que no había nadie. Me preparé un té y me serví la empanada. Nuevamente comiendo solo. A esta altura de la vida me doy cuenta que: en estos casos la televisión es la única compañía que tengo. Tal como en estos momentos.
Acaba de sonar el celular. Quedé pegado en el techo como un gato cuándo lo asustan. Eres tú... “¿dónde estas?... ¿Que haces ahí?... ¿Quieres venir?... Umnn bueno si es así me llamas... cuídate... chao”. La verdad quiero verte, quiero aclarar las cosas. Pero me da miedo que te pueda pasar algo en el camino. Mientras pienso en ¿Qué hacer, pongo a calentar un poco de agua para un té o un café por si quieres beber algo cuándo llegues... o querrás jugo de damasco? Vuelve a sonar el celular: “Si, esa pasa por la esquina... no esa te deja más abajo... por último me llamas cuándo vengas en camino y te voy a buscar... OK chao” el colon llama, estoy muy nervioso. No quiero que te pase algo en el camino.
Cuando llegues no me saludaras con esa sonrisa que te caracteriza y con es animo que contagia. Los ánimos están caldeados. Al igual que yo. Ni si quiera me bañe luego haber hecho el aseo y haber llevado a lavar la ropa. Que vergüenza. Ni si quiera había pensado en eso. Antes no era así. Me he dejado estar ya no me arreglo para ti. No como lo hacia antes. Bueno tampoco soy tan pretencioso como en los años dorados de la tía carlina. Ya deje las tablas hace bastante rato. El celular nuevamente, pero esta vez es más corto: “¿Ya vienes para acá?... me avisas cuando estés cerca para bajar... Chao”. Apago el televisor. No lo estaba viendo. Estaba en silencio, solo apreciaba los rayos de luz que rebotaban el la pared. Le subo un poco el volumen a la música que está sonando. Voy a pieza a buscar un polerón para salir a penas me llames. Enciendo un cigarrillo y espero.

Vida 4: Matemáticas. Sustracciones.

Después de aquella noche no sé que más pensar... ¿habré hecho bien con no ir a la disco? Bueno supongo que si. Después de todo me quede en casa, tranquilo y no gaste tanto dinero como aquellos que fueron. Sin embargo me perdí tu compañía que por lo demás es muy reconfortable. Pero aún así estando juntos ya no nos llevamos tan bien como antes. Si ni si quiera sabemos bailar juntos. No escuchamos la misma música, no vemos las mismas películas y para que hablar de los gustos en cine. Tú dices terror, yo digo comedia. Con eso basta y sobra. De esa manera quién puede seguir. Ya serán 4 años y aún seguimos con la misma parada de antes. Seguimos conociéndonos y reconociéndonos cada vez que nos vemos. Que un chocolate. Que un dulce. Con esas cosas tan sencillas te conquisto cada vez más, pero con un “Hola” en un mal tono derrumba toda la pared que colocamos ante los demás. Desde ese momento vuelta a crear los cimientos para comenzar nuevamente con el ciclo que mantenemos en una forma tan cómplice entre tú y yo.
En la vida cotidiana no nos vemos tanto como podemos o mejor dicho como queremos, es algo simple de entender para mí. La ecuación no es muy compleja. Orgullo más rencor más venganza es igual a un desequilibrio mental desde el punto de vista de donde lo vean. Puede sonar redundante eso último, pero es así. De todas maneras esa química ecuacional me gusta descifrarla. Soy un pendejo.

jueves, abril 17, 2008

Vida 3: Ilusionista, Encantamientos.

Dicen que la vida del estudiante no es nada de fácil: los libros, cuadernos, trabajos, pruebas y para más cagarla la dueña de la pensión, a cual es una avara si de dinero se trata. Sobre todo con esa mierda de comida que prepara. Uno simplemente opta por gastar ese dinerillo en algunos manjares que a la larga lo hacen a uno... un poco “adicto”. Si hablo de la chatarra, cigarros y la cerveza. Puede faltar dinero para las fotocopias, pero para los vicios siempre queda alguna chaucha.
Todo lo anterior ya lo he pasado en algún momento (creo) pero en estos momentos estoy un poco más tranquilo. Aunque de todas maneras uno tiene sus altibajos. En este caso es un miedo ¿Miedo a qué? Aún no lo sé. Según algunas personas algunos conocidos (que son medios esotéricos) me dicen que sufro de una inestabilidad debido a que soy cáncer pero con mucha influencia de géminis. No los pesco mucho, no creo en esas cosas, pero a lo mejor tienen razón en algunas cosas. Soy inestable, pero a eso yo le agregaría algunos otros términos: Inseguro, obsesivo, compulsivo, controlador, manipulador entre tantos otros calificativos. Estoy bien sabiendo que lo reconozco. Pero estando en unos de los paseos del microbús desde la universidad a mi hogar me di cuenta que soy un soñador, uso bastante imaginación y tengo potencial con eso (me lo dijo la Claudia) pero eso juega en contra en algunas ocasiones. Sobre todo cuando conozco a nuevas personas, trato de no hacerlo, pero es innato. Sobre todo cuando hay una buena química, sobre todo cuando hay esas miradas que a uno lo hacen cómplice de si mismo hacia los demás.
Es extraño ya que varias veces ha pasado en este último tiempo, no sé si es por que uno viene a reencontrarse con los que ve en el resto del año, (Compañeros y colegas), pero con un poco más de confianza. Uno piensa: esta vez la hago. Pero ¿hacer qué? Todo lo que uno o logró el semestre pasado, eso claro está. Es más que eso, vencer los temores del qué dirán o el qué pensaran. A esta altura ya da lo mismo total sigo con el encantamiento de la ilusión del que aún no me terminan de conocer. Hay algo más en mí. Y la palabra está escrita un poco más arriba.
Me dejaré de encantar si solo me sabes observar, usa tus 6 sentidos y seguiremos con esta ilusión, la química que hay en nosotros puede aumentar más todavía, pero déjame mostrarte primero como soy, si te interesa me lo dices, si no es así, también dímelo para apagar la ilusión y el encanto que siento por ti.

jueves, marzo 06, 2008

Vida 2: ¿Somos Libres?


¿Calidad o cantidad? Esa es la pregunta que me hago después de este desagradable sabor amargo que ha quedado en mi garganta al darme cuenta que todo lo bueno dura poco.
Luego de un par de tragos, unos cigarrillos, unas cuantas comilonas bajo el amparo del manto estelar que presentó el cielo en aquellas noches, me di cuenta de que: seguimos siendo libres, solo si no estamos en casa, ya que al llegar a ésta, nuestros padres ponen sus reglas. Quedamos atados me pies y manos al saber que: simplemente nos dan de comer y vivimos como los parásitos que somos. Por otro lado ya ha pasado mucho tiempo, pero siempre nos ponemos al día hasta que llega el momento de decir adiós. Cada vez aprecio más la madures que demostramos en ese instante. Claro está que, ha sido después de los porrazos que nos mandamos. Solo por el hecho de ser nosotros mismos.
Detrás de cada mirada, entre decidir dónde sentarse, qué pedir, abrir la cajetilla de cigarros, toma la copa y beber de ésta, dejarla en la mesa, pedir el encendedor, encender el pucho, dar la primera bocanada, botar las cenizas entre tantas otras cosas en toda la previa al tema central, existen aquellas miradas inocentonas que se producen al hacer estar pendiente de la comodidad del otro. Pero ¿Qué pasa por tú cabeza cuando esas miradas se encuentran frente a frente cuando no hay nadie más que interrumpa la conversación? ¿Qué pasa cuando quieres seguir haciendo coincidir aquellas "Casualidades de vista"? te das cuenta que una de tus piernas esta temblando solo para contrarrestar la ansiedad que te produce. Que pestañeas mas de o habitual y que tu rostro esta con un color un poco más rosado que las veces anteriores.
Llego de estar ya con unas copas de más en el cuerpo (por no decir que estas guasca) el momento de adiós se hace mas amargo. Te despides como si nada pasara, todo está bien, pero simplemente NO ES ASÍ. Quieres detener el tiempo, pero ya es demasiado tarde, debes llegar a tu casa. Al estar en tu pieza mirando al techo te dices: ¿por que mierda no le di el beso? Aún así te conformas con creer que habrá una nueva cita. Al día siguiente de esa cita, luego del beso tan esperado sigues queriendo algo más, hasta que de repente te das cuenta que en esos tres días hiciste lo mismo que el año anterior, sin llegar a concretar nada. El desagradable sabor de una dulce amargura esperará hasta un nuevo verano, ya que cuando querías despedirte, simplemente no hay respuesta.
Hasta la próxima. Nos vemos pronto.

viernes, febrero 22, 2008

Vida 1: Ñoño

Me doy cuenta que era o que soy el huevón ñoño que servía de paño de lagrimas
Todos tenemos una función que cumplir en este mundo y esa es la mía, simplemente ayudar a los demás, sin esperar absolutamente nada a cambio, pero... eso pues, siempre ayudando a los demás. Bueno tampoco que digamos nunca he sido una santa paloma, soy bastante vengativo y rencoroso, orgullos y levado a mis ideas, pero creo que después de todo eso, ¿no soy tan mala persona? Simplemente soy como el común de todos los humanos.


Después de darme cuenta de mis errores, también me doy cuenta de algunas grandes cosas: Sé observar, Sé instruir, Sé apreciar, Sé callar, Sé cuándo hablar y también Sé cuando dejar la cagá.

Me rodeo de gente buena, gente más buena y no tan buena, pero en general ¿Es buena?... Amigos y conocidos. Amigos son pocos. Conocidos un poco más. Del perraje conozco muuuuuuuuuuuuuchos, de los cuales no falta con el que he tenido algún encontrón, y con otros más que eso – al punto de la agresión sicológica – nunca he llegado a las manos, porqué soy una persona bastante inteligente como para no rebajarme. Se mover mis piezas y sé reconocer cuando me han dejado en jaque. Aún así los enemigos que he tenido o que tengo... Me las han pagado todas, y no por hacer algo yo, si no por que he dejado pasar el tiempo. Todo lo que sube, baja. Eso esta claro, pero las cosas caen por su propio peso. Eso es lo que más rabia les da. Yo simplemente prefiero quedarme tranquilo. Nadie me apura. Y si lo hacen simplemente les cedo el paso para que sigan en su carrera desenfrenada, que por cierto, nadie sabe cuando se detendrán hasta que se vuelven un montón de de trozos dispersos en lo más profundo del abismo en el cual han caído. Lo peor es que allá abajo no tienen un trampolín como para brincar hasta la superficie. Tampoco voy a estar lanzando lianas, cuerdas o escaleras para ayudarlos a subir tan cómodamente. No, nada es tan fácil en esta vida. Prefiero lanzarles unas piedras y arena. No, no piensen que es para sepultarlos vivos (aunque la idea no esta nada de mal) es simplemente para que vuelvan a construir sus cimientos con un poco más de... ¿humildad? Bueno como sea.

Ay estaba ahogado.