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sábado, marzo 07, 2009

Capítulo 2: Tres, Dos, Uno, Acción.

Ya en la habitación Andrés y Gustavo, agotados por el viaje deciden dormir unos instantes. Gustavo solicita una frazada para taparse, Andrés se la entrega junto con una almohada. Andrés no tiene tanto sueño, ha dormido en el bus, en cambio su compañero de aposentos cae en Morfeo. Andrés lo mira como duerme placidamente mientras está tirado sobre la cama de 2 plazas para él solo. Mira el cielo de la habitación, se da cuenta de que está con algunas manchas negras, seguramente de moho por la humedad, cree que sus amistades le han dado las espaldas al no poder recibirlo en sus casas, la decepción abarca su mente, ya que, ellos cuando han ido a su hogar nunca los ha dejado de lado, y por último ha cedido su propia cama para que ellos duerman cómodamente mientras él duerme en un sillón. Pero en fin, ya está ahí, con un extraño que acaba de conocer. Por un lado le interesaría conocerlo, pero por otro lado no sabe el por qué se ha quedado con un perfecto desconocido. Andrés no desconfía tanto de la gente, cree que todos son buenos y si alguna vez han hecho algo malo fue por alguna razón justificada.

Al despertar se da cuenta que lo están observando, asienta con un: “buenas tardes”. A lo que responden de misma forma. Gustavo tiene hambre y se lo hace saber, por lo que propone salir a buscar un poco de alimento, a lo que asienten con un: “bueno ya”. Gustavo ya sabe cuales son los locales más convenientes y se dirigen a uno de ellos, piden 2 sándwiches. Comen y conversan de cosas bastante cotidianas. Gustavo termina con rapidez su sándwich, en tato Andrés no puede más, está satisfecho, por lo que pide un recipiente para llevárselo por si le da hambre más tarde. De vuelta en la hostal Gustavo se tira sobre la cama:

-Es bastante cómoda.
-Así parece y se tiende al costado.
-Esto es muy extraño.
-¿Qué cosa?
-Esto... estar compartiendo una pieza con alguien que acabo de conocer.
-Y me lo dices a mí...

En esos instantes suena el celular de Gustavo, es el productor, lo necesitan en una de las locaciones para iniciar una de las grabaciones. A los segundos después suena el celular de Andrés para avisar lo mismo. Ambos se dirigen hacia el lugar indicado. El productor da algunas señales de qué deben hacer en la escena. Están en un bar típico de la zona, el cual es el epicentro de la historia a filmar. Un cortometraje acerca de algunos lugares bohemios de aquella ciudad, en la cual uno de los protagonistas deja la noche bohemia para estar con su amor de toda la vida. Éste argumento a ambos le parece más que un cliché, pero todo sea por un poco de dinero, además la paga no será baja, por el contrario, es bastante alta para simplemente no hacer tanto.

La escena se repite una y otra vez. Deben tomar todos los ángulos en esa misma locación para terminar luego. La situación es bastante cansadora para ambos. Finalmente terminan la escena y quedan libres. Gustavo habla con el productor para saber si les pueden pagar por las horas trabajadas, solamente le pagan a él, es amigo del productor, por lo que se siente satisfecho, en cambio Andrés deberá esperar hasta el último día para recibir la paga por los servicios hechos. Gustavo invita a Andrés a tomar algo para celebrar el fin de la grabación de ese día, Andrés acepta, pero para llorar por el dinero aún no cancelado. Promete a Gustavo devolverle la mano cuando esté pagado, pero él le dice que no se preocupe.

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