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Espero que les gusten las historias. Dejen su marca una vez leidas.

viernes, marzo 20, 2009

Capítulo 3: Licor.

Al entrar en bar seleccionado por Gustavo, a Andrés no le queda de otra que aceptar lo que está viendo, total es un simple invitado. Las paredes rayadas con mensajes de los grandes mártires comunistas y detractores de la dictadura. La música es la misma que escuchaba y cantaba cuando cursaba sus primeros años de estudio en la universidad, pero después de un tiempo le pareció demasiado, por lo que dejó de escucharla. Claro está que le agrada un poco, pero no por completo. Gustavo ha sido criado con una formación doble, un padre militar y una madre comunista, por lo que él mismo se hace llamar hibrido. Pero simplemente prefiere no hablar de los temas, aún le afecta la separación de sus padres, a pesar de que ya han pasado más de 4 años. Es una persona bastante sensible y elocuente, siempre tiene alguna frase para quienes piden algún consejo, desafortunadamente no logra poner en práctica esos consejos consigo mismo. Andrés canta alguna de las canciones mientras bebe un poco de licor que han llevado a la mesa en donde se han quedado. Mientras Gustavo ve como la vela puesta en medio de la mesa empieza a liberar la esperma que cae directamente sobre un plato color verde con algunos saltones, seguramente debido al descuido de quienes lo han manipulado. Con sus dedos toma la esperma tibia y la moldea de tal manera que da la sensación que fuera un pequeño tacho para el café. Andrés mira la pequeña figura y halaga a Gustavo por sus habilidades manuales, éste se sonroja y bebe un trago bastante grande para pasar por alto el rubor de su rostro.

Conversan acerca de los demás que están en el proyecto y ríen de algunos de ellos al criticar la forma en como sobreactuaban para ganar más pantalla que los mismos protagonistas. Andrés ya se siente un poco mal por tanto alcohol, pero está tranquilo, le queda parte del sándwich en la habitación, comiendo un poco se le pasará el estado en el que se encuentra, pero esperará llegar a la habitación para recién hacerlo, mientras bebe un poco más. Gustavo se encarga de llenar los vasos para nunca poder verles el fondo. Pide más licor, a medida que lo hace su cuerpo empieza a sentir las acciones de la ingesta: calor, transpiración y balbuceos al hablar. A esa altura da lo mismo, su compañero de copas está igual o en peor estado. Ya comienzan a retirarse algunos de los asistentes al recinto, es entonces cuando Andrés decide ponerse de pie para ir al baño, en ese ínter tanto Gustavo pide la cuenta y la paga antes de que Andrés vuelva a la mesa. Se da cuenta que si se pone de pie muy rápido se mareará más aún y hasta podría perder el equilibrio o lo que es peor, caer al suelo. Por lo que se toma su tiempo, inspira muy lentamente, aprieta los dientes, se sostiene de los brazos del asiento y se logra poner de pie. Camina rumbo al baño, ya no esperará a Andrés, solo quiere orinar y su vejiga ya no aguanta más por lo que trata de caminar más rápido. Siente como su cuerpo se tambalea al dar cada paso. Finalmente al entrar el baño y logra saciar su necesidad. Al terminar mira su rostro en el espejo, lava sus manos y moja su nuca mientras se sigue tambaleando. Se devuelve caminando lentamente a la salida del local, ya no queda casi nadie en el interior. Debe esperar a Andrés, pero no hay vestigios de él en su perímetro visual. Debe encontrar a algún sujeto con camisa a rayas y jeans oscuros. Al visualizar nuevamente se da cuenta de que lo ve conversando con otro grupo de personas. Al acercarse confirma su teoría, era él, Andrés, conversa con los demás, al verlo lo llama y lo presenta al resto, dice que son algunos viejos amigos con los que se ha encontrado en el interior del local. Ahora Gustavo entiende porqué Andrés demoraba tanto. Mientras estiran la mano para saludarlo Andrés toma directamente de una botella un trago, que al parecer esta puro. Al terminar de saludar Andrés le pasa la botella a Gustavo. Éste toma la botella mientras se tambalea, al dar un sorbo siente como su garganta es invadida por el fuego del trago. Cierra los ojos y los aprieta por algunos instantes, al abrirlos mira directamente a los ojos de Andrés, este lo mira y le quita la botella para dar otro trago más, él no cierra ni aprieta los ojos, pero si lo mira de vuelta al pasar la botella a alguno más del grupo. Gustavo decide irse a la hostal y se lo hace saber a Andrés. Él también decide lo mismo. Uno de los conocidos del grupo les pregunta si quieren ir a algún otro lugar para seguir el carrete. Ellos se retiran dando las gracias por la invitación y comienza su caminata rumbo a la habitación de la hostal. Mientras dan los pasos Andrés fuman para hacer su camino más corto. Gustavo no haya el momento de llegar y tirarse un rato a dormir. De repente Gustavo pierde de vista la brasa del cigarro que caminaba junto a él, al darse vuelta se da cuenta que Andrés ha dado un paso en falso y ha caído a suelo. Andrés lanza una carcajada debido al incidente que le ha afectado, se queda en el suelo mientras Gustavo se acerca para ver si está bien y reírse un poco de la situación. Insiste en que se ponga de pie, pero Andrés sigue riendo. Luego de unos dos minutos de carcajadas decido hacerle caso a Gustavo, el cual le da una mano para ayudarlo. Con el impulso que Gustavo lo levanta quedan cara a cara, mirándose a los ojos. Andrés decide bajar la mirada hacia sus pantalones. Debe constatar daño por la caída. A primera vista no se ve nada por lo que siguen caminando en silencio y soltando algunas risas fugases al recordar la caída. Al llegar a la hostal, Gustavo es el encargado de tocar el timbre y pedir las llaves para entrar a la habitación. Andrés no pasa por la recepción y sigue su camino directamente a la puerta de la pieza, te sienta en el piso con las piernas dobladas y separadas un poco, sus grasos se sostienen sobre sus rodillas, su cabeza está apoyada en la pared, sus ojos se encuentran cerrados. Espera a que llegue Gustavo para ingresar y dormir más tranquilamente. Gustavo llega unos segundos después, lo mira mientras trata de abrir la puerta, esas malditas llaves no logran hacerlo. Luego de forcejear unos instantes finalmente logra abrir la puerta, enciende la luz e ingresa, se da cuenta que Andrés no entra, seguramente se ha quedado dormido afuera, por lo que sale a buscarlo. Le habla – Andrés, despierta, entra a la pieza – no hay respuesta. Golpea su espalda y repite lo dicho. Tampoco hay respuesta por lo que decide arrastrarlo hasta el interior de la habitación, cierra la puerta y no sabe que hacer. Si lo deja tirado en el suelo podría pescar algún resfrió, pero no se encuentra en condiciones para cargarlo y subirlo a la cama. Se llena de valor y lo toma en brazos, es mucho más liviano de lo que creía, el alcohol hace su efecto y recae en su equilibrio. Se hecha hacia delante y pierde el peso que estaba en sus brazos, dejándolo caer sobre el colchón. Gustavo cae sobre él, pero Andrés no despierta. Rápidamente se incorpora y vuelve a acomodarlo en la cama. Al verlo más de cerca, observa el cuerpo tirado sobre las frazadas. Se percata que se ha roto el pantalón. Ya es demasiado tarde para preocuparse, es momento de dormir apaga la luz y se acuesta en su improvisada cama en el suelo. Mira fijamente el techo, piensa en lo que ha vivido ese día, cree que ya ha comenzado una nueva historia, algo en su vida ya ha cambiado. Es momento de dejar el pasado atrás y mirar hacia el futuro, pero ¿a qué costo? Ya es un paso bastante grande el haber vuelto a las grabaciones. Sus ojos empiezan a pesarle cada vez más, antes de quedarse dormido suelta un: “Buenas Noches Andrés”. El cual es respondido con un: “Buenas Noches Gustavo”. Cree que es cosa de su imaginación el que le hayan respondido por lo que se duerme profundamente.

1 comentario:

Anónimo dijo...

la cabezita tuya cabritooooo !!!